Saltwatta Roots

La salvación de un arrecife de coral en peligro

El Problema

La reserva de la biosfera de Seaflower, que forma parte del patrimonio mundial de la humanidad de la Unesco, es un pequeño territorio marino en el corazón del archipiélago de San Andrés, en el mar Caribe. La región es una de las reservas de la biosfera más grandes del mundo y en ella encontramos una barrera de coral de un valor incalculable.

El problema es que tanto la barrera de coral como sus habitantes están en peligro. Los estragos del turismo masivo; las fábricas de la zona; la sobreexplotación del mar; la superpoblación de las islas vecinas; la contaminación, y el cambio climático ejercen una presión insostenible sobre la reserva; todo el ecosistema está a punto de morir. A eso se le añade un conflicto internacional persistente que afecta a la soberanía de la zona: Colombia y Nicaragua se disputan el territorio desde hace años, cosa que debilita la protección de la reserva.

Aunque los arrecifes de coral solo ocupan una proporción menor al 0,1 % del fondo marino, se consideran los «bosques del mar», ya que albergan el 25 % de todas las especies marinas; les dan refugio y alimento.

El aumento de la proporción de dióxido de carbono en el mar a raíz del cambio climático provoca la acidificación del agua y, por tanto, que los corales se vuelvan blancos.

Las especies invasoras, como el pez león, pueden tener un impacto importante en la biodiversidad local del mar Caribe que puede materializarse de muchas maneras: como depredadores, por ser competencia, por hibridación, por modificar el hábitat o transmitir nuevas enfermedades.

Las praderas marinas desempeñan un importante papel en los mares, ya que almacenan hasta un 18 % del dióxido de carbono oceánico mundial; así, sirven como barrera costera y atenúan la acción hidrodinámica de las olas, cosa que estabiliza los sedimentos y amortigua su erosión.

La contaminación costera, los vertidos de petróleo, el fondeo y el dragado son amenazas constantes para los lechos de praderas marinas. Cuando muere una gran pradera marina se pueden dar las llamadas «mareas marrones».

El creciente apetito mundial por los animales marinos nos ha llevado a saquear los océanos y perturbar los ecosistemas marinos.

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Nuestro Proyecto

La división territorial de la región impide que se pueda proteger de manera eficaz. Por esa razón, es indispensable que haya cooperación internacional entre los seis países vecinos (Colombia, Costa Rica, Honduras, Jamaica, Nicaragua y Panamá).

Nuestro proyecto – Saltwatta Roots– aspira a facilitar esa cooperación y tiene como objetivo extender la zona de reserva para garantizar una producción eficaz de todo el ecosistema; una acción indispensable para conservar el resto de los océanos del planeta. Este proyecto solamente es viable si integra consideraciones políticas y sociales, si establece un estrecho diálogo con las comunidades locales – los habitantes de Seaflower –, las comunidades científicas y las ONG que trabajan sobre el terreno.

Nuestros objetivos

Conseguir que la región esté protegida mediante la creación de una reserva internacional de la biosfera que tenga en cuenta aspectos turísticos, sociales y económicos específicos de la zona
Promover una cultura de paz frente a la naturaleza
De esta manera, proteger eficazmente la fauna y la flora que habitan en la tercera barrera de coral más grande del mundo
Permitir a los habitantes de San Andrés implicarse en este proyecto de conservación de los ecosistemas que los rodean
Repensar el modelo turístico del archipiélago